Norteamérica es la región del mundo con más especies de coníferas,
sobre todo de pinos. La diferencia con Europa y Asia radica en la influencia de las
glaciaciones del Cuaternario y la distinta alineación de las montañas. En Eurasia, está
orientadas en ejes este-oeste. A medida que avanzaban los hielos de las glaciaciones, de
norte a sur, los animales y plantas se desplazaban y, ante el obstáculo de las montañas,
muchas especies se extinguieron. En Norteamérica, las cordilleras se estructuran de norte
a sur, por lo que el avance y retroceso de los hielos comportó muchas menos extinciones,
ya que los organismos vivos se distribuyeron con libertad e incluso hallaron refugio en
las montañas.